to throw in someone’s face
Recordarle a alguien algo que ha hecho mal o que no debería haber hecho, generalmente con el propósito de hacerle sentir culpable o avergonzado.
Siempre me echas en cara que llegué tarde aquella vez, pero ya ha pasado un año.
No es justo que me eches en cara mis errores del pasado cuando estoy tratando de mejorar.